Importancia de la familia [Padres]

Adicionalmente a la carga genética son las competencias parentales las que en buena medida determinan la adquisición de ciertas características y conductas de los hijos. Es decir, que los buenos tratos  en la infancia promueven un buen crecimiento dependerán de las habilidades de los padres. Nos referimos como competencias a la capacidad de cuidar, proteger y educar a los hijos. Estas acciones constituyen la llamada parentalidad social, ya que la biológica se refiere a la posibilidad de procrear. Pero bien sabemos que es padre el que cría, no el que solo engendra.

Para cumplir con este rol se deben tener características fundamentales que te ayuden a cumplir el papel de padre. En primer lugar, encontramos la capacidad de apego, esta se refiere a la habilidad para establecer un vínculo afectivo. Puedes leer más acerca del apego aquí Como segundo punto está la empatía, la cual es la función de percibir el estado emocional interno de los hijos, así como su comprensión. Finalmente, se encuentra la participación en los grupos sociales para pedir, aportar y recibir ayuda de por ejemplo familiares, amigos, compañeros del trabajo, instituciones como escuelas, hospitales y demás.

Entonces, el desafío de ser padre consiste en cumplir con toda la responsabilidad que involucra, sobre todo con las tres necesidades  que son: nutrición, socialización y educación. Como abordamos en la importancia de la familia unos padres nutridores además de proveerte de todo lo que te hace falta de bebé, como comida, abrigo, protección, son los que te brindan un clima afectivo cálido que sentará las bases de un apego seguro, de la capacidad para establecer relaciones interpersonales adecuadas y conductas futuras. Por lo tanto, aunado a las otras dos premisas, en conjunto los padres son quienes ayudarán a construir una imagen de si mismo a su hijo, así como su identidad a través de experiencias que lo conduzcan a esto. De la misma forma, mediante su educación aprende patrones de comunicación, de límites intrapersonales, de auto control, de expresión de emociones, entre otros; los cuales están determinados por los modelos parentales y la ayuda de éstos en la vida.

El cumplimiento de todas estas obligaciones emocionales conllevan a una parentalidad sana y competente que brinda al niño la oportunidad de construir su desarrollo con base en un apego seguro. De la misma forma, el conducirse con sabiduría emocional hacia el pequeño estimula un despliegue cognitivo y afectivo que tiene como base el pensamiento crítico y reflexivo. Desde una infancia temprana hay que basar nuestros modelos de enseñanza en la confianza y la empatía para poder lograr en un futuro participar en prácticas sociales y familiares solidarias y altruistas.

 

Te dejamos este test para que evalúes si has cumplido hasta ahora con el desafío de ser padre cariñoso y asertivo o podrías mejorar. TEST https://testmoz.com/176508/

 

Referencias:

Barudy, J., (2007) Los buenos tratos a la infancia: parentalidad, apego y resiliencia, Ed. gedisa, Barcelona.

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