Masturbación

Para definir masturbación es importante reconocer las diferencias entre un acto acorde a la edad o una conducta anormal. Como se aborda en Desarrollo Psicosexual, el primer contacto con la sexualidad es el propio cuerpo. Por lo que, una desarrollo adecuado involucra la exploración de todas las partes de si mismo. Un niño en edad preescolar tiene poco contacto social, por lo que su atención está dirigida hacia él y a la auto exploración y auto estimulación. Por lo tanto, es común que descubran que cuando se tocan o estimulan obtienen una sensación placentera y quieren repetirlo. En estas situaciones depende del padre o cuidador brindar reforzamientos positivos o negativos de la experiencia.

Entonces, la masturbación los primeros años de vida se describe como una conducta normal. Sin embargo, a los cinco años, el niño ya es capaz de generarse una experiencia auto erótica. Ésta acción no aparece antes debido a que se necesita tener un buen control muscular para realizar los movimientos rítmicos. Conforme va creciendo, va observando los estímulos paternos o escolares, de donde obtiene más información acerca de la sexualidad.

La masturbación, como un movimiento compulsivo, le provee al niño de un placer físico suave y actúa como método de reducción de tensión o distracción. Debido a la naturaleza externa de los genitales masculinos, puede ser más frecuente en varones y puede llevarse a cabo a través de sus manos, peluches, cobijas, sillas, otros niños, etc. En el último caso, se debe estar atentos a la edad de los niños, ya que una diferencia de más de tres años puede indicar algún tipo de problema conductual sexual. En cambio, cuando se trata de niños de la misma edad, lo más probable es que se estén explorando.

Es importante distinguir entre juegos sexuales adecuados a su edad como la observación y exploración a conductas anormales como la masturbación. En general, los problemas sexuales vienen acompañados de un desequilibrio emocional, por lo que se observa al niño ansioso, agitado, temeroso, etc. En cambio, cuando se trata de un juego, como en todos los juegos, los niños disfrutan, ríen, gritan, etc. Asimismo, la masturbación patológica se caracteriza porque ninguna otra actividad le resulta ya placentera al niño, y ésta se vuelve el foco de su atención, de sus actividades y de su vida, en general.

La masturbación puede ser resultado de una dinámica familiar demasiado sexualizada, por ejemplo, ya se habló de desnudez o incluso programas de televisión con alto contenido sexual, contagio de conductas por parte de compañeros en el colegio (recordemos que es normal de acuerdo a la edad). En una última instancia, la masturbación es el síntoma de alguno episodio traumático sexual como algún tipo de abuso.

 

Referencia:

Gil, E., Sexualized Children, Ed. Launch Press, 1993, United States, 360 pp.

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