Enseñando una comunicación asertiva

La asertividad es un factor escencial para lograr buenas relaciones interpersonales, sobretodo con los hijos. Es una característica que enriquece tus herramientas para comunicarte, establecer límites, ya que es la capacidad de autoafirmación y expresión sincera de mis sentimientos mediante una expresión equilibrada. Es decir, es saber decir lo que te gusta y lo que no, sin enojarte. Asimismo, es vital para la comunicación con los niños, ya que depura la transmisión de información; por ejemplo, sin desacuerdos ni patrones agresivos.

El ser asertivo nos ayuda a tener el control de las situaciones que pueden llegar a ser conflictivas, ya que damos una respuesta honesta y mesurada hacia el otro y también se protegen los derechos de la otra persona y los propios. Asimismo, seguir este estilo de comunicación ayuda a entablar mejores relaciones interpersonales con los demás, a prevenir el estrés por fallas en la comunicación y a promover el respeto propio y la intimidad con los externos. El desarrollo de esta habilidad nos permite actuar de acuerdo a nuestra conveniencia, así como defendernos y no generar angustia innecesaria. Por ejemplo, en el fenómeno del Bullying existe una relación carente de asertividad.

Los niños nacen siendo asertivos por naturaleza, expresan directamente sus necesidades, deseos y sentimientos. Son descriptivos en sus percepciones y opiniones, por lo tanto no generan juicios, sólo describen las conductas. Justo de esta característica, que sea tan famoso el dicho “solo los borrachos y los niños dicen la verdad”. Es cierto hasta que aprenden por modelos familiares, paternos, un mal estilo de comunicación. Es importante resaltar que el simple hecho de ser asertivo no resuelve los conflictos pero sí existe una gran probabilidad de que disminuyan, ya que se establece una comunicación abierta y respetuosa.

Las personas asertivas se expresan por medio de mensajes que inicien con yo, ya que  de esta forma comunican en base a sus valores, pensamientos e ideas. Así se hacen responsables de lo que quieren comunicar, sin echar culpas o hablar de otros, sino de sí mismos. Es sumamente importante enseñar a los niños a comunicarse de esta manera, ya que así sabrán expresar sus necesidades y derechos, solicitar ayuda y decir no sin tener miedo a represalias. Por lo tanto, una comunicación asertiva otorga mayores posibilidades de éxito en las relaciones sociales.

 

Referencias: Smeke, S., Alcanzando la inteligencia emocional, Ed. Ruz, México, 2006, 258 pp.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *