Autoestima

“Todos los niños, independientemente de su sexo, raza, cultura o capacidad, necesitan amor incondicional y confianza en que se les quiera por lo que son y no por lo que hacen” 

-Feldman-

La autoestima es uno de lo más valiosos regalos que un padre y un maestro pueden ofrecerle a un niño. Esto se refiere a tener un sentido positivo de sí mismo. Sin una autoestima consolidada, los niños pueden crecer negativos, dependientes, ansiosos, reservados, entre otras características. Asimismo, estarán más vulnerables posteriormente a caer en riesgos como unirse a pandillas, consumir drogas, alcohol, establecer relaciones amorosas conflictivas, etc. En cambio, con una buena autoestima se les brinda la oportunidad de sentirse bien consigo mismos, hacer amistades, ser sensibles y empáticos, aceptar cambios, en otros. 

Esta característica se forma a través de todos los sentimientos y creencias que tenemos acerca de nosotros mismos. Lo más importante es la aceptación propia, la cual se da a través de conocerse a sí mismo, es decir, tener una idea realista de que se es y estar conforme con eso. De tal manera, que uno se sienta amado y valorado.

¿Cómo se va construyendo la autoestima? Esta se basará principalmente en las situaciones de éxito y fracaso que se viven y en la reacción a las mismas. Evidentemente, conforme más sensaciones de éxito, mejor será la construcción de la autoestima. En base a estos recuerdos, se crea la concepción de la capacidad que se tiene para enfrentar retos y también adversidades. Otro componente en este proceso es el autorespeto, el cual significa la herramienta adecuada para acercarse a otros con respeto y aceptación. Finalmente, la confianza básica o en sí mismo, es el resultado y elemento clave de la autoestima, ya que guía tu potencial de fijar metas, de resolver problemas, de relacionarse con otros, de asumir riesgos, de aportar a la sociedad, de lograr la autorealización y por ende la felicidad.  

La sociedad, sobretodo padres, hermanos, amigos y profesores, juega un papel de suma importancia en la construcción de la autoestima de un niño. Se trata de la aceptación social y de lo que los demás piensen de él para que él mismo se pueda crear una imagen de sí. Será su autopercepción (su grado de aceptación social, su capacidad intelectual, física, sus talentos y limitaciones, así como su conducta, por mencionar solo algunos) la que lo conducirá en la forma de enfrentar las situaciones que a su vez construyen su autoestima. 

Maestros:

La autoestima repercute directamente en la forma de interactuar. Por ejemplo, niños con buena autoestima serán líderes para el grupo, optimistas, responsables, confiados, amigables, graciosos, con capacidad para los cambios y para afrontar situaciones difíciles. En cambio, una baja autoestima afecta de tal forma que los niños se comportan temerosamente, tímidamente, inseguros, egoístas, estresados, agresivos, reservados, tienen dificultad para llevarse bien con otros, pueden tener bajo rendimiento. Frecuentemente en el ámbito escolar se sobreestima la capacidad intelectual, por lo que aquí enunciamos una serie de acciones que pueden fortalecer la autoestima del niño en la escuela:

  1. No lo compares con otras personas y acepta sus diferencias.
  2. Haz incapié en sus talentos (no necesariamente intelectual)
  3. Ayúdalo a observarse multidimensionalmente, es decir con fortalezas y virtudes.
  4. Observa su comportamiento, ya que de esta forma quieren comunicar algo. Sé sensible a sus reacciones y comentarios.
  5. Cada estudiante es capaz de tener triunfos, haz una lista de las actividades donde puede tener éxito cada uno. 
  6. Ánimalo a aceptar sus responsabilidades y a seguir hasta el final sus tareas, no importando solo el resultado.
  7. Se justo y coherente, en lugar de castigarlo invitalo a hacer una reflexión acerca de su conducta y a reparar las consecuencias del caso. 
  8. No pongas etiquetas.
  9. Evita reacciones desmedidas cuando haga algo mal.
  10. Celebra los logros de cada niño, recuerda sus éxitos pasados y comenta también sus cambios positivos. 
  11. Pon límites ante la conducta inapropiada, señalando claramente lo que se espera de él.

 

Bibliografía

Feldman, J., Autoestima para niños, Ed. Alfaomega, México, 2003, 263 pp.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *